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13 de septiembre de 2012

Balneario Széchenyi, Budapest (2012)

Balneario Széchenyi
No sé ni como se pronuncia correctamente, pero para entendernos, son los balnearios más conocidos de Budapest y también uno de los más grandes de Europa. Fue construido a principios del siglo XIX y sin duda son todo un reclamo turístico de la ciudad. Para mi, fue una de las experiencias más divertidas y relajantes de mi último viaje :D

Cuando proyectamos el viaje a Budapest, decidimos que uno de los días de la visita a la ciudad tenía que ser exclusivamente para ir al balneario. Ya no solo para relajarse, sino que es toda una experiencia. Para llegar al Balneario, cogimos la línea 1 de metro que nos dejó justo en el parque que lo rodea (la parada es Széchenyi fürdö). El metro en Budapest es un poco caro y además lo tienen muy controlado. No te confíes al no ver nada para fichar porque hay guardas en todos los intercambios y suelen vigilar bastante los vagones (de hecho, nos pusieron una multa). 


Nosotros habíamos comprado la entrada en nuestro albergue (Astoria City Hostel), no recuerdo cuánto nos costó, pero creo que rondaban los 8€ - 10€. También se puede comprar allí la entrada, no hay problema (aunque no sé si saldrá más caro).

El balneario es apto tanto para verano como para invierno. Nosotros fuimos a principios de Abril y hacía un poco de fresco, así que fue una gozada estar en una piscina de agua caliente en bañador mientras fuera hacia frío. Es una sensación extraña y eso que no era invierno, que eso sí que tiene que ser toda una experiencia. El balneario es muy grande, pero tiene un horario muy amplio así que podéis pasaros allí todo el día si no os importa quedaros como una pasa. Abre todos  los días desde las 6:00 AM hasta las 22:00 PM. Nosotros estuvimos por la tarde a partir de las dos hasta las siete u ocho de la tarde y terminamos cansadísimos. 

Los vestuarios tienen un sistema de cierre muy útil que no había visto nunca. A la entrada, te dan una pulsera de plástico con un chip incrustado que sirve para abrir y cerrar las taquillas, por lo que no vas a tener ninguna preocupación por guardar bien la llave y que no se pierda. 

Nada más entrar, en el patio puedes acceder a tres piscinas. La central es una olímpica de agua fría (que siempre la vi casi vacía :P), a la izquierda la de agua caliente y a la derecha la de agua muy caliente. Donde más gente hay es en la de la izquierda, donde tienen a tu disposición chorros, jacuzzi y un círculo concéntrico muy divertido con corrientes que te arrastran. La piscina de agua muy caliente es para estar un rato tranquilamente, sin moverse y hacer movimientos bruscos porque la sensación de agobio es muy intensa. Si tienes problemas de tensión es mejor que no entres. Al final terminé un poco mareada, aunque sí que es verdad que relaja. 

Una vez que nos remojamos bien en las exteriores, hay puertas que dan acceso al balneario interior. Aquí son una serie de salas consecutivas en las que te ofrecen diferentes servicios: saunas, frigidarium y caldarium, piscinas con más azufre que otras (el olor es producto del azufre, no es que no limpien), etc. Tienes para elegir lo que más te guste, a la temperatura que prefieras (tanto en piscinas como en saunas). Para mi las saunas son demasiado agobio y están a una temperatura exagerada... pero hay gente que sí que aguanta! 

Después de más de cinco horas en el agua, sales realmente cansado del balneario pero a partir de ese día tenía la piel muy suave :P Así que ya sabéis, si alguna vez viajáis hasta Budapest, no se os ocurra no pasar por estos balnearios, porque además de disfrutar de lo lindo del agua, también es un sitio muy bonito de estilo neogótico. 

  • Lo mejor: la relación calidad-precio, el servicio que ofrecen, la limpieza de los aseos y de las piscinas...
  • Lo peor: no tengo ninguna queja, es un sitio muy recomendable.  

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