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16 de septiembre de 2012

Los palacios vieneses (2012)

Palacio Shönbrunn

Cuando fui a Viena no me imaginaba que iba a encontrarme con una ciudad tan exagerada. Creo que es una de las ciudades más impresionantes que he visto en todos mis viajes y es que la herencia imperial se nota en cada edificio de esta ciudad. En esta entrada voy a hablar de los palacios que vimos, pues son uno de los focos turísticos más importantes.

Para ver la ciudad al completo se necesitan más de tres días (que es lo que estuvimos nosotros) porque sino no se disfruta igual de bien. Yo tengo la sensación de que me dejé muchas cosas en el tintero, además de que tiene algunos de los museos más importantes de Europa. Como fue una visita muy breve, solo pude ver por fuera la mayoría de los edificios, excepto el palacio Belvedere y el palacio Hofburg. 


PALACIO SHÖNBRUNN 



Como mejor se puede apreciar la enormidad de sus edificios es con las fotos y por supuesto, lo mejor es visitar la ciudad, ya que las palabras y las fotos se quedan cortas. 

Sala de té
En la panorámica de arriba podéis ver la parte trasera del palacio, en un estilo diferente a nuestros palacios reales que se asemejan más al estilo francés de Versalles. Este palacio era la residencia de veraneo de los Habsburgo, por eso se encuentra más alejado del centro de la ciudad. Yo quería entrar, pero al final no pudo ser y me quedé con las ganas, porque por dentro debe de ser uno de los palacios más impresionantes en cuanto a decoración y riqueza. Pero junto al interior del palacio, lo más destacable de este conjunto son sus jardines. Se extienden más allá de la vista, con esculturas, laberintos, fuentes que culminan en la Sala de Té de la emperatriz.

El palacio fue construido a finales del siglo XVII por Leopoldo I y durante el reinado de María Teresa, fue un foco importante de la vida cortesana austriaca. Con el fin de la monarquía, el palacio pasó a formar parte de la República de Austria en el 1918. 

Si no tenéis pensado entrar porque os resulta muy caro o no es para vosotros, no perdáis la oportunidad de pasear por sus inmensos jardines (supongo que por estas fechas estará mucho más bonito). Para llegar hasta allí, podéis coger la línea de metro 4 y bajaros en la parada Schönbrunn (no tiene pérdida :P). Abre todos los días a las 8.30 AM y cierra a las 6.30 PM, menos en invierno que cierra media hora antes. Para entrar a verlo, hay varios tickets disponibles y los podéis consultar en su página web donde viene muy bien explicado aunque en inglés. 

Jardines Schönbrunn

PALACIO BELVEDERE

Jardines del palacio Belvedere
Otro de los palacios más importantes de la ciudad es este, el Belvedere. Se encuentra prácticamente en el centro de Viena y dentro se encuentra el museo de arte. Para llegar podéis coger la línea 1 del metro y bajaros en la parada Südtiroler Platz. A partir de ahí, es seguir las indicaciones o vuestro mapa, pero no está muy lejos (a 10 min andando). Abren todos los días desde las 10:00 AM hasta las 18:00 PM. Una de las cosas que más me fastidian de viajar a países europeos son sus horarios... La entrada es bastante cara, así que si no te interesa el arte, no sé si te merece la pena. Para estudiantes menores de 27 años la entrada cuesta 8,5€. 

¿Qué obras de arte hay dentro? Pues la exposición más importante que tienen es la de Klimt. El edificio se divide en tres plantas. En la planta baja está el arte medieval y el arte moderno, nada muy destacable; en la primera planta está la exposición de Gustav Klimt y en la última planta el arte del Realismo, Impresionismo, Romanticismo y Neoclasicismo, con algunas pinturas más importantes.

En general, la entrada es bastante cara para lo que hay que ver, así que lo dicho, si no te interesa demasiado el arte haz la foto de rigor del exterior del edificio y ahorra ese dinero para otra cosa. 

PALACIO HOFBURG

Esta fue mi visita preferida en Viena. Para llegar al palacio Hofburg puedes coger cualquier línea de metro, está en el centro mismo de la ciudad. Pero tanto la línea 1, como la 3 o la 4 os van a dejar justo frente al palacio y sus construcciones satélites. 

El palacio fue durante más de 600 años la residencia de la dinastía de los Habsburgo, en concreto, del emperador Francisco José y Elisabeth (Sisí). La entrada, que cuesta 9,50€ reducida, incluye la colección de la platería real, las 19 estancias oficiales y privadas de los emperadores y el museo Sisí. Además, incluye una audioguía que te explica todo muy bien. Eso sí, el recorrido completo dura aproximadamente cuatro horas y media, así que id con tiempo y con ganas. 

El recorrido empieza por la platería real, que te la puedes saltar perfectamente pero ya que has pagado ese dinero, puedes darte un paseo y aprender cosas nuevas, además de apreciar la riqueza de sus colecciones (y también despotricar por tanta riqueza acumulada :P). Después de más de una hora viendo platos, vasos y cucharas, te dan acceso al museo Sisí, con seis salas donde te cuentan la historia completa de la emperatriz. Aquí encontraréis los objetos personales de Sisí, la reconstrucción de algunos de sus vestidos, las joyas, sus sombrillas, reconstrucción del vagón de la corte, entre otras cosas. El museo es muy didáctico y para nada farragoso, con lo cual se te hace mucho más corto que la parte de la platería. 

Para finalizar el recorrido, accedes a las habitaciones de los emperadores, que han sido restauradas pero están bien equipadas de forma fidedigna. Se pueden visitar la sala de audiencias del emperador, su despacho y u dormitorio. De Elisabeth se pueden visitar el dormitorio, el salón, el tocador y el gimnasio, además del cuarto de baño que es muy curioso. Esta parte me gustó especialmente por el mobiliario que se ha conservado, cosa que en España sucede en pocos palacios. 

El museo está abierto diariamente de 09:00AM a 17:30 PM.

ENLACES DE INTERÉS

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Sin duda alguna, Pedro. Pero me gustaría volver y visitarla más a fondo :)

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